Sucot o Fiesta de las cosechas o Fiesta de las cabañas, comienza el 15 del mes hebreo de Tishri. Desde ayer 30 de septiembre al atardecer y hasta el 7 de octubre los judíos comemos dentro de la sucá (cabaña hecha con hojas de palma, decorada con flores y frutas coloridas) como recuerdo de los días que los judíos pasaron en el desierto y como celebración de la cosecha del otoño.
En esta
festividad se honra a las llamadas “Cuatro Especies", según indica la Torá
y que tienen particular simbología: Etrog (la fruta cítrica), el Lulav (la rama
de la palmera), los Hadasim (las ramas de mirto), y las Arabot (ramas del
sauce).
La belleza de un etrog está determinada por su
limpieza —es decir, su falta de cualquier defecto o decoloraciones —y su forma.
El etrog ideal es un poco oblongo, no redondo como una pelota, lleno de baches,
no liso, y su tallo debe sobresalir de una depresión en su parte inferior.
Un etrog al
que le falta aunque fuera un ápice de su corteza es invalido (a menos que fuera
atravesado cuando todavía estaba en el árbol y una nueva capa de piel creció
hasta alcanzar a cubrir la cavidad). Tenga cuidado con las uñas al manipular el
etrog.
Si el etrog
tiene burbujas que se proyectan desde su exterior en más de dos lugares, no es
válido. Del mismo modo, no es válido si presenta una decoloración en más de un área.
La decoloración sólo invalida un etrog si es notable cuando echa un vistazo
preliminar a la fruta, no hay necesidad de examinarla muy de cerca con este
fin. Muchas veces, un etrog tiene manchas marrones en su piel —similares a una
costra —como consecuencia de una hoja apoyada en esa zona mientras crecía.
Estos puntos no invalidan un etrog. Manchas negras en el etrog, sin embargo,
representan un problema si se pueden observar con facilidad y aparecen en más
de un punto.
Muchos etrogs —pero no todos —crecen con un Pitum,
un tallo como de madera que sobresale de su parte superior. Si el Pitum cae
completamente o es quitado por completo, dejando al descubierto la fruta, el etrog
es inválido. Un etrog que creció sin Pitum es 100% kosher.
Del mismo
modo, el etrog es inválido si su tallo, en su parte inferior, es quitado por
completo.
La belleza
principal de un etrog se encuentra en su tercio superior, la parte que se
inclina hacia el exterior. En este ámbito, aunque sea una burbuja o área de
decoloración lo invalida.
Todas las hojas de un lulav son naturalmente
duplicadas, con las dos mitades de cada hoja dobladas y perfectamente
conectadas entre sí. La hoja del medio en la parte superior del lulav, llamada t'yomet
—es decir, la hoja que se extiende desde la parte superior de la columna del lulav,
en oposición a las hojas que se desprenden de sus dos lados —es crucial, porque
si está significativamente dividida el lulav es invalido. Si, sin embargo, está
sólo un poco dividida, el lulav sigue siendo kosher, pero lo ideal es que trate
de comprar un lulav cuya t'yomet está completa.
La t'yomet es
muy delicada, y es muy fácil de dividir. Por esta razón, el lulav siempre debe
manipularse con cuidado, uno nunca debe permitir que su punta choque contra
algo.
Aparte de la t'yomet,
al elegir un lulav, uno debe tratar de encontrar uno que sea recto y fresco (más
verde, menos amarillo).
Para que un hadas (rama de mirto) sea kosher, sus
hojas deben sobresalir del tallo en grupos de tres (o más). Este patrón es
conocido como mishulash, "triplicado". Si las hojas crecen en grupos
de dos, con la tercera hoja más alta o más baja que las otras dos, el hadas no
es válido. Sin embargo, es kosher, siempre y cuando la parte superior de 10,8
cm. del hadas es mishulash. Hoy, la mayoría de los hadasim vienen envasados y
con certificación kosher.
No hay
requisitos reales para la aravá (rama de sauce), excepto que sea de la especie
correcta de sauce: el sauce de "río". (Una cosa a tener cuidado: las aravot
son a menudo bastante largas y se recortan para que se ajusten al lulav. Se
debe tener cuidado de que se recorten sus partes inferiores, no la parte de arriba.)
Sucot una
fiesta alegre, en la que los productos de la agricultura son protagonistas. Se
permite cocinar durante todos los días de Sucot —menos en shabat—, quedando a
la creatividad del cocinero los platillos que deleitaran a la familia y sus
invitados.
Les dejo una
receta fácil y que puede prepararse en casa y llevarse a la Sucá:
(4 a 6
porciones)
Hoy en día es
una costumbre abolida en el mundo gastronómico que a las berenjenas, una vez
cortadas y saladas, se les deba colocar un peso encima para que drenen su
amargura. Esto fue necesario en una época cuando la calidad de las berenjenas
era otra. Actualmente esa especie amarga no se cultiva. Así que debemos perder
el miedo a cocinar berenjenas, aunque todavía hay personas que
siguen
practicando el mismo tedioso e injustificado procedimiento.
INGREDIENTES
6 berenjenas
medianas de 16 cm de largo por 5 cm de ancho cortadas finamente a lo largo
¼ L de aceite de maíz
2 cucharadas
de perejil de hoja plana picadito
1 taza de Salsa
de tomate siciliana (pág. 216)
RELLENO
½ taza de
queso ricota sin sal
½ taza de
queso mozzarella picado en cuadritos mínimos
½ taza de
queso parmesano de primera calidad rallado
2 cucharadas
de mantequilla sin sal
¼ cucharadita
de pimienta negra recién molida
PREPARACIÓN
1.Todos los
ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
2.En un
envase mediano mezcle muy bien todos los ingredientes del relleno. Rectifique
la sazón. Reserve.
Nota: este
relleno se puede preparar de un día para otro, dejándolo bien tapado en la
nevera.
BERENJENAS
1.Corte las
berenjenas a lo largo en lajas de ½
cm de espesor aproximadamente.
2.Caliente el
aceite y añada las rebanadas hasta dorar por ambos lados. Colóquelas sobre
papel absorbente para que drenen el aceite. Deje enfriar.
ENSAMBLAJE
1.Forme
bolitas alargadas con el relleno de queso.
2.Enrolle
cada una en una rebanada de berenjenas.
3. Colóquelas
una al lado de la otra en una bandeja de servir.
4.Caliente la
salsa de tomate y bañe las berenjenas rellenas, espolvoree con el perejil picadito y sirva.
5.Acompañe
con ruedas de pan campesino o francés.
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