09 diciembre 2012

La Fiesta de las Luces: Señas Particulares


¿Qué es Janucá?
Es la fiesta de las luces que dura ocho días y comienza el 25 de Kislev. Janucá significa consagración o inauguración, y conmemora la revolución exitosa de los macabeos contra la persecución religiosa instigada por los seleucidas, reyes griegos de origen asirio, bajo la autoridad de Antíoco IV Epifanes.

¿Cuándo ocurrió?
Hace más de 22 siglos, en el año 3597 desde la Creación (año 163 a.e.c.) durante la existencia del Segundo Templo, reconstruido por los judíos a su regreso del exilio babilónico.

¿Qué pasó?
Antíoco se propuso helenizar a todos los pueblos bajo su régimen, entre los cuales se encontraban los judíos, a quienes prohibió la observancia de los preceptos de la Torá, tales como el Shabat y la circuncisión, por cuanto pretendía a erradicar la vinculación del Pueblo de Israel con Di-os, forzándolo a asimilarse a sus 
prácticas idólatras.

Desde Modiín, pequeña aldea cercana a Jerusalén, surgió Matitiahu como héroe indiscutible. Él y sus cinco hijos desafiaron a los soldados griegos, destruyendo los ídolos y enfrentando las tropas enemigas con el lema 
bíblico grabado en sus escudos: «Mi camoja Baelim Ado-nai», cuyo acróstico es conocido como Macabí. Una lucha que culminó con la entrega de los poderosos en manos de los débiles, los muchos en manos de los pocos, los malvados en manos de los justos.
Los asirios huyeron, Jerusalén fue liberada y el Templo que había sido profanado, fue purificado y consagrado al servicio de Di-os; de allí el nombre de Janucá: fiesta de dedicación o reinauguración.

El milagro de la luz
La menorá –el candelabro que representaba la Presencia Divina y la luz espiritual– fue nuevamente encendida con el aceite puro que se encontró escondido en el Templo.
Milagrosamente, la cantidad que habría alcanzado para iluminar un solo día, ardió durante ocho, hasta que se pudo elaborar un nuevo aceite puro.
Año tras año se celebra Janucá como símbolo de la libertad religiosa, del derecho de cada pueblo a cultivar su singularidad y de la completa renovación de la vida espiritual. 

Gracias a los amigos de la Revista Rumbo a tu Judaísmo

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