07 septiembre 2012

Huevos y kashurt


El alimenticio huevo también tiene sus normas


Según el Talmud lo que viene de un animal kosher es kosher; lo que viene de un animal no kosher no es kosher. Por ello solamente la leche de mamíferos kosher es kosher. Lo mismo se aplica a los huevos: solamente los huevos puestos por aves kosher son kosher.
En muchas empresas avícolas con una propuesta kosher, a las gallinas se les proporciona el mayor bienestar y confort posible, buscando que ese especial cuidado se transmita al producto final.
No todas las codornices son kosher, solamente aquellas que ponen huevos con manchas —su nombre en latín es “coturnix coturnix” “coturnix japónica”—. Y esos huevos, obviamente, son kosher. 

Importante recordar
Más que erradicados están hoy aquellos viejos mitos que achacaban al huevo fatídicas influencias sobre la salud. Está demostrado que el consumo de hasta un huevo por día no incide en el aumento del colesterol y en el incremento del riesgo cardiovascular. Más bien estudios recientes revelan los efectos positivos de la lecitina o fosfatidilcolina presente en la yema del huevo, que además de ser una excelente fuente de colina y actuar en el desarrollo de la función cerebral y la memoria, limita la absorción del colesterol que contiene el huevo. Los resultados muestran la primera evidencia científica de que la fosfatidilcolina de la yema de huevo reduce de forma significativa la absorción intestinal de colesterol. Asimismo, se ha demostrado que los huevos son fuente de carotenoides (luteína, zeaxantina) fácilmente disponibles, y que estos componentes antioxidantes pueden ayudar en la prevención de la degeneración macular y contribuir a retrasar la aparición de cataratas.


Trucos para la manipulación
• Para que los huevos puedan ser considerados kosher, se deben examinar cuidadosamente antes de usar para asegurarse de que están libres de puntos de sangre, en cuyo caso se desecha todo el huevo.
• Como ocurre con la mayor parte de los alimentos, el huevo no debe sufrir cambios bruscos de temperatura, ni ser expuesto a temperaturas elevadas.
• Hay que procurar que el contenido del huevo no entre en contacto con la parte superficial de la cáscara, por eso no es aconsejable separar la yema de la
clara con ella.
• Los alimentos preparados con huevo crudo o poco cocinado deben mantenerse siempre en la nevera hasta el momento de su consumo.
• Es conveniente evitar el contacto del huevo crudo con otros alimentos.
• No es bueno lavar los huevos si no se van a consumir o cocinar inmediatamente, ya que los gérmenes pueden introducirse en el interior a través del agua.
• Deben conservarse en la nevera y procurar sacar sólo los que se vayan a utilizar en cada ocasión.
• Sobre todo en verano, los alimentos elaborados con huevo
deben cocinarse adecuadamente para eliminar las bacterias que pudieran contener.
• Desechar los que presenten olores o sabores extraños, mohos en la cáscara o aspecto anormal.

 

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